lunes, 10 de diciembre de 2012

19:23



Tal vez no volvamos a vernos.
Este es un tramado sin mañana.
Sin flores.
Sin chocolates.
Una presa derramada de aguardiente. 
Huele dulce.
Se oye un “a comer” de moscos casi tan felices como tus párpados
lubricando mis ojos,  adivinando sonrisas.
Me ahogo sin remedio.
Ahora escribo y cada tanto entierro la cara entre los dedos.
Busco el negativo de las hojas de los árboles y me voy de este mundo por un segundo.
La vida es una guerra.
Estamos aquí.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Diecisiete cincuenta y uno.




Te ofrecía otro puesto, voyeur.
Otra silla, otro salón, otro sonido;
una sordera de refri pero debajo de la tarja.

Sentarnos a fumar,
mientras observamos juntos
el sudor que conserva una milagrosa forma de gota
sobre el vello del cóccix de un hombre tumbado boca abajo.
O una mujer
o todas las del mundo.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Catorce cincuenta y siete.


Tomar el aliento y ser
lo que sopla sobre el agua
el frío de arruga líquida
y el calor que corta la quietud
de todo lo que era
como era antes.