Quítate la camisa, hagamos agua para esta luna de piedra.
Hoy parece que falta todo el tiempo del mundo.
No te lo he contado, pero apenas estreno propulsión a chorro.
Comprendo que comprendo nada y ese diminuto punto es una cuerda.
Aquí dentro late una jungla.
Es mejor mandar a volar los pianos y suspenderse de los arcos del viento.
Blanquear los ojos tórtolos mirando hacia ningún lado.
Sentir la quietud arando entre las huellas de tus manos y el rabillo de mi existencia.
El no cesar de música en medio del silencio de manos atadas y luces deslumbrantes.
Quiero un trago de algo.
Me pregunto a qué sabe la tinta.
Parpadeo.
Regreso al momento de escribir barcos.
Autodenominarme faro,
encender la claraboya y esperar a que me alcancemos.
Ya no estiremos más la mano; yo cruzo.
Pero no llevo mapa.