viernes, 7 de septiembre de 2018

Mejor hablemos del clima


Hay que dejarle ser nube y cambiar de forma para que sea ballena, compás,
barco, pájaro; o gato que es lo que más le gusta.
Los árboles pondrán sus piernas para que frote su flanco y su cabeza.
Que desaparezca en el horizonte prestidigitador de colores que abren de verdad los ojos.
Que de noche, invisible, se sienta pesada su humedad de poste.
Que por cualquier cosa lo busque y no esté, pero luego, cuando el sol me esté abrasando, proyecte una sombra de alivio sobre mis hombros.
Hay que dejarle ser nube y regresar a sí mismo.
Que el gris se acumule en lo blanco, primero en relieves, luego en el centro, que filtre al Sol de formas que parezcan de otro mundo, como él cuando es estrella partiéndose en arcoiris al centro de lo negro.
Que entonces el aire roce y cierre el circuito entre el cielo y la tierra, que truene y estallen chispas acompañadas del ronroneo de los tres segundos previos a la muerte.
Hay que dejarle ser nube.
Yo estiraré la mano para recibir la lluvia y pondré mi cara que será sonrisa sabiendo que no hay nada más vivo que ver a un hombre saltando al vacío.

martes, 4 de septiembre de 2018

Un sueño

Primero una lluvia dorada de agujas de tejer.
Éramos nosotros pero nos comportábamos como animales.
Estábamos en cuclillas.
Nos movimos como agua,
 … tu mirada desnuda desde el noroeste.
Te deslizaste entre la vela y yo.
Escapaste por el sur hacia el este.
Todo volaba.