lunes, 16 de diciembre de 2013

Diecinueve treinta y tres. Lux.


El compás sin importar la métrica
siendo lo que se repite
un círculo.
Los números son
referencia.
El carbón sisea la forma de
lo que arde en forma de
pensamiento de
cualquier forma
y la placenta un órgano
susceptible a la calcificación.

Tengo de vientre ahora una
luna
o soy satélite de mi propia
sangre
que es la suya.

Las espirales no se explican
por naturaleza se
viaja en ellas, se
construye en ellas, se
comprende algo
cuando se observan.

ADN mi amor,
hidrógeno inflando estas
tetas de nuevo
oxígeno quemando
amor
lo nuestro, a quien
ahora mismo se le forman uñas,
nitrógeno de:
- Papi dame una galleta
de ojos
y un color indecible
para remojar mi sueño
en la
leche de mamá.




jueves, 24 de octubre de 2013

Celofán. Doce cincuenta y uno.


Como cuando a la transparencia le salen manos que acarician demasiado fuerte el cuello de la naturalidad. Se adquiere un sentido de regla, de recto, consentido y figurado. Abrir todo, compartir todo, aunque no quieras, porque amar es así, brutal y de chipi chipi. Si lo tuyo son los ángulos rectos, aléjate de esta práctica. Las curvas no tienen fin, así se inventan las espirales, y ni siquiera son eso, son otra cosa, nadie sabe cómo se llaman las estructuras del amor. Si te sacaras el capricho de la idea del individuo, entonces sentirías. Si no quisieras poseer todas las cosas bonitas, solo porque te imaginas que lo que metes a tu cama aumenta tu belleza, entonces comprenderías lo que es arder en cámara lenta.
La justicia no es para los amantes, no hay nada más lejos del amor. Y de todo lo que puede jugar a ser alguien en una relación amorosa, ya sea novia, amiga, esposa, cama de una vez, canción o poema, yo prefiero siempre ser la amante; porque me gusta lo fundamental. La que ama, la que se saca la piel para usarla de lo que haga falta. Lo hago con furia y ternura, lo hago aterrada, y es el miedo el que me empuja hasta el otro lado. Se tensan mis arcos, cejas, espalda. Me ensarto en la cornisa del infinito número de abismos que acechan una mañana de concierto, un café o una lavadita de dientes. Soy una poseída hecha ninfa en un abrazo. Nunca soy la mariposa, vivo de gusano, entre la tierra, el semen, la sangre y saliva, muerdo las hojas y tiendo lechos en donde adivino que caerá rendido. Solo quiero asaltarle con el cuerpo, la mirada y contemplar lo sublime de estar cerca en un silencio.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Veintitrés doce.

                                                                                                                            
       
Para Fausto, por el asombro de todos los días.


Nunca se me dio la matemática;
sin embargo,
puedo multiplicarnos.
Olvidé las llaves de las chapas
que ya no quiero abrir
(he pensado coleccionar llaveros
como evidencia de mi estancia en algunos sitios)
y la capital de todos los países africanos.

Recuerdo (procuro) lo que sirve
para contener esto,
de ser esto algo que quepa en
algún lado.

Ese lado puede ser una célula y
luego miles en cuestión de días.

Una idea y luego un nombre
que combine con un rostro
el nuestro en combo,
tus manos, mis pies
una mirada de carbón molido
que baste para dibujarnos
en la palma de la mano,
que acaricia tu barba,
mi espalda,
su cabeza,
mientras tarareo entre sueños,
una canción de cuna.



lunes, 26 de agosto de 2013

Como si. Veintidós cuarenta y uno.


Nada
para siempre
en la alberca
de olas inciertas
pero constantes
hasta que la muerte
inegociable
te salve con unos flotis.

lunes, 22 de julio de 2013

Veinticuatro horas. Trece treinta y tres.


A pesar de lo abierto que,
desdentando el cierre,
eres
ese scratch en mi
electrocardiograma.

Un grito roto de domingo
en medio de pestañas
que
baten la tarde.

Rugido hondo en
cámara lenta y pivote.

Tú sabes de qué
hablo,
te paras y dices
-Aquí estoy, perra
pa que me ladres,
perra. -Me quedo, linda...
veinticuatro, mami.


Recibo lo mío y
recupero,
el hilo de la caña
me curo del anzuelo
de lo que se muerde pero no se traga.
Este corazón no se empaña
sigue, claro
pellizcando las razones
se deleita en la ternura
que me baja los calzones.












miércoles, 17 de julio de 2013

Mientras las perras. Trece treinta y cuatro.



Al lado cae en polvo el yeso de las paredes,
cediendo partícula a partícula
ante los golpes de la vida y el peso de los autos
la raíz del hule y el viento que lo despeina.
Alado, un ladrón de croquetas
va dejando los platos vacíos.
Las perras ladran a sus alas negras.
¿Y qué más pueden hacer frente al cuervo?
Si los picos no están a su alcance
ni las ramas, ni los nidos.
Esperan
Solo esperan.
Un paseo, una pelota
el agua;
a que regreses.
Cuidan la casa,
se roban la cama cuando no estoy viendo
no les importa el regaño
saben el precio de sentir las almohadas
debajo de la panza,
somos su territorio
porque no conocen otra forma.
Y a eso sí me resigno.
Las dejo porque no sé cuándo se van a morir.
Es mucha la importancia de hacer feliz a un perro.
El occidente aprueba,
el oriente observa,
a mí me da igual lo que opinen,
los que dicen saber cómo estar,
bien.
Mientras grita y grita mi voz de adentro.
Seguro es para que la escuche.
A veces le hago caso,
otras me gustaría ser sorda
como la lámpara al final del túnel
del sueño irreconciliable,
de vivir conmigo.



domingo, 30 de junio de 2013

Una cincuenta y ocho


Vivo un mundo de gallinas
gordas y cacarizas
la fealdad mía
en las palabras suyas
los gritos, el siseo, la intención.

Quieren despojarme
y yo no tengo nada.
Si tengo algo es miedo
y ese mejor que se lo lleven.

No hay divanes tan anchos
como mi vergüenza,
tan fondo de saco
ni todas las monedas de oro
cagadas por un burro
acallarían con su cascada
tañendo las piedras del patio
el caudal estrepitoso de mi ceguera.

Es que me dejé los ojos
en el quicio de la ventana
de cuando era niña.

Se me perdió el cabo del hilo de todo esto
un día que no me olvido,
y no me han alcanzado los dientes
para deshacer el nudo
- o acaso cortar-
ni la brújula para llegar al hospital
como no tuve piernas para caminar
hasta la escuela,
esa mañana, furiosa de llanto
y gris de los hongos en las paredes
los mocos de hoja sola,
vapor de lo inaceptable
mirada clavada en la calle
pero en lo inmóvil
de la certeza pura
la única que aún cuelga del final
de ese abandono
que solo saben colocar las madres.



martes, 30 de abril de 2013

Postdata




Bertita,
Mi reino por un segundo calor
de hilos tensos y abanico
posprandio en tu voz hamaca
vaivén desentonando a media tarde
tu cara oliendo a crema C de Ponds.

Ayer pegué mi nariz a la piedra del baño y recordé el verdín,
el agua viva en las piedras de tu casa
lama de juegos en la hacienda, los venados y los perros.

Reímos entre chayas y ceibas,
saumerio de sábanas imposiblemente blancas
como brillan ahora imposibles tus ojos
sobre mi corazón.

No sabe nadie que tú me enseñaste el consuelo
que la soledad era nada
porque estabas viva,
y ahora
ya no.

lunes, 29 de abril de 2013

Sábado



Es lindo tener un momento para estar sola
en medio del parque.
Y la verdad es que no has sentido miedo si
no has apagado la luces del baño para mirarte al espejo a la luz de una vela.
Los espejos y el fuego.
La meta
metáfora de enfrentarse con uno.
Somos la idea de que hay algo
ahí.
-La idea-
Una idea tan genial que parece persona.
La materia sigue la dirección de la idea.
La idea es el río de lo material.
Al principio, al final, en medio
observando, metabolizando, en todos lados,
está uno.
¿Yo?
-Quiero fumar.
¿Es una idea o
un deseo?
¿La idea viene del deseo,
o el deseo se gesta en la idea?
Simplemente sucede a pesar de que
creo que lo comprendo.
A veces pasa demasiado rápido
No entiendo por qué escapar de la ilusión,
si incluso la experiencia de la no ilusión,
es una ilusión.
Es la naturaleza de la mente.
Creer que se da cuenta.


viernes, 26 de abril de 2013

Dieciocho cero dos.




Corazón,
rompe los dientes del cierre,
deja que se corra hasta dejarte desnudo y sin pantalones.
Libera esas pelotas que aquí nadie lleva nada,
este hogar es un desorden
un caos de miradas tibias;
un sentarse sobre el fastidio, juntos
hasta que exhale
su humo
la última varita de incienso.

jueves, 25 de abril de 2013

Veintidos cuarenta y cuatro


Des
anda
las ideas
los lirios
los ojos.

Frágil
flagelo
dones
las palmas.

Ancho
mar
incierto
duro.

Lame los
ríos
abre los
dedos

Borra
de saca
puntas
grafito
olvido
incierto.


lunes, 25 de febrero de 2013

Breve relato de hechos recientes.



Se abren las galaxias muy de mañana y la materia vacía es la vida en rosa.
Parpadeo, papalote, centella y deriva,
humo apenas, flota, un titánico intento por mantener en vilo al mundo, los otros,
la realidad.

Entonces, destello deslumbre; pestañas, gigante, calidoscopio.
Duerme, rodea montañas proféticas con los brazos tintos,
mete la ropa en mi lavadora, frota el cepillo contra mis dientes,
talla de cara nueva con estas manos, todo es agua de flores
y estar dentro.

Mientras, la vida aúlla datos estupefacta y
obligada cede. Se dobla,
transforma el algodón en grito,
las plumas en riscos, la revuelta en mar y el miedo
en diamante.
Nada es lo que pensaba.

Vuelvo cada veinticuatro horas a un nacimiento de ojos abiertos,
a un abrazo imposible en otras lenguas y ahora tengo patria.
Sé mi lugar entre los polos,
es un hombre con el pecho abierto y los puños recios.
Uno que me llama "ella"
esa que se llama yo.










miércoles, 23 de enero de 2013

Dieciocho cuarenta y nueve/ 1871



1.
Se abren las puertas
en el túnel
una casi niña vestida
de anarquía
escurre al fondo.

Se corta la piel,
ante la mirada evasiva
de los que bajamos
del vagón.

El cristalino en sombra
el sol
la sangre invisible
historias en casa
la madre
el padre
no sabe quién es.

Ya no es piel
ni dolor
ni navaja
ni los ojos
de la turba.
Ya no es menos.

Quiere que la miren
con lástima
o con alma,
pero que la miren.
Como antes yo,
como ahora tú.

Diecinueve diez/


2.
Es espanto.
Un cubo Rubik
existencia.
Tantas casillas
deseantes
de encontrar
ninguna variante
en el color de sus vecinos.

Y si fueras tú la navaja
y si fueras tú la sangre
y si fueras tú las botas
de guerra artificial
y si fueras tú el dolor.

Elige,
cómo acabarás
con el montaje.
Qué de todo
soy yo,
aunque la mano que corta,
seas tú.


viernes, 18 de enero de 2013

Dieciocho cincuenta y cinco



Me hace caer
como cáscara de plátano
tanto ahogo irremediable
fugitivo
alabanza
blanca noche y tanta
dos y media cada jueves
esperar la presencia cotidiana
es de repente
como cinta de Hitchcock
ese terror irreductible
que penetra por los hombros
medular
sin poder girar la cabeza
o mirar a otro lado
ni cerrar los ojos.

Ese no querer que vaya
ese abrir a pesar de nada
y estar dispuesto a todo
sabiendo
que los sesos cuando vuelan,
se desangra hasta la madrugada.

No sé lo que estoy haciendo.
Estoy trepada en una flecha,
cabalgo sin duda
es que a veces,
es que a penas
me recuerdo las zancadas
de los niños que hemos sido
comparando moretones
úntame con  salivita
y te sobo los raspones.



lunes, 14 de enero de 2013

Veintitrés cincuenta y seis.


El paso pasito
inerte vidita
de verde encumbrada y luego blanco.
Punto y aparte:
la punta puntita del ojo de los relojes crueles,
ciertamente nos la dejarán caer
pero antes, desde la trinchera de la rabia
nos haremos ahoras y silencios.

No se trata de un polvo de banqueta,
si no llueve hasta que vuelvas
los ojos como uvas
reventando,
viviré en el desierto
ajena
y a pesar de la sed
seguiré cantando.


miércoles, 2 de enero de 2013

martes, 1 de enero de 2013

Lisboa

No cabe duda de que uno se conoce viajando.
Las manías y los tóxicos. El orden reinante, de haberlo.
Las resistencias, espacios y distancias
a veces animales,
siempre en el territorio
demostrando lo que somos
a quién sabe quién.
Aquí empiezan a salir los espejos
y todo eso del juego y las apariciones.
Recurrencias.
Uno puede darse cuenta de la soledad
de otro
contando la cantidad de veces
que repite la misma historia.