viernes, 18 de enero de 2013

Dieciocho cincuenta y cinco



Me hace caer
como cáscara de plátano
tanto ahogo irremediable
fugitivo
alabanza
blanca noche y tanta
dos y media cada jueves
esperar la presencia cotidiana
es de repente
como cinta de Hitchcock
ese terror irreductible
que penetra por los hombros
medular
sin poder girar la cabeza
o mirar a otro lado
ni cerrar los ojos.

Ese no querer que vaya
ese abrir a pesar de nada
y estar dispuesto a todo
sabiendo
que los sesos cuando vuelan,
se desangra hasta la madrugada.

No sé lo que estoy haciendo.
Estoy trepada en una flecha,
cabalgo sin duda
es que a veces,
es que a penas
me recuerdo las zancadas
de los niños que hemos sido
comparando moretones
úntame con  salivita
y te sobo los raspones.



No hay comentarios: