martes, 30 de abril de 2013

Postdata




Bertita,
Mi reino por un segundo calor
de hilos tensos y abanico
posprandio en tu voz hamaca
vaivén desentonando a media tarde
tu cara oliendo a crema C de Ponds.

Ayer pegué mi nariz a la piedra del baño y recordé el verdín,
el agua viva en las piedras de tu casa
lama de juegos en la hacienda, los venados y los perros.

Reímos entre chayas y ceibas,
saumerio de sábanas imposiblemente blancas
como brillan ahora imposibles tus ojos
sobre mi corazón.

No sabe nadie que tú me enseñaste el consuelo
que la soledad era nada
porque estabas viva,
y ahora
ya no.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Un beso desde la blanca Mérida prima!
Se te quiere y extraña.
Jorge

Sra. Xoc dijo...

Besos, Jorge. Yo también los extraño mucho!