Habito un mundo post bomba.
Los cachitos de incertidumbre vuelan y caen sucios por todas partes.
Ahora tenemos la certeza de las ruinas.
Xiomara, libre.
Habito un mundo post bomba.
Los cachitos de incertidumbre vuelan y caen sucios por todas partes.
Ahora tenemos la certeza de las ruinas.
Xiomara, libre.
y muero de compasión y melancolía.
Porque somos niños siempre, presentando nuestras heridas al otro o al mundo
como diciendo, mira aquí necesito amarme, aquí necesito validarme, aquí necesito aceptarme.
Temo llegar al punto de ser ciega y confundirlo todo con luz.
Hoy he escuchado la voz de alguien cegado por el brillo de su propia herida. Pude sentir en su voz que le atraviesa la vida, su herida está totalmente abierta brillando junto con otra herida.
Siento envidia de esa brújula, anhelo ese velo en mi consciencia. Mi herida brilla cínica. Mi herida brilla derrotada. Quiero cambiar la certeza de no poder abrir mi corazón por esa de no ser más que un corazón cierto de que ha encontrado su cura.
Y brillo.