Después del naufragio
quedaron las hojas rotas
de una historia imaginaria,
en una libreta negra.
A veces lo que queda es una risotada Sin embargo,
un látigo dentado encallando las olas revientan
en los cascabeles del absurdo llenando la boca de espuma
el amor es un sinsentido. y la vida de propósitos.
Luego, libamos la muerte y
la memoria falla recordamos lo que somos
en ese aleteo quedamos
sin llegar a ser, nos queremos venir en nada.
lo peor es esta sensación
de promesa vacía.
Algo pasa ahí abajo,
algo ruge
no quiero tocarlo
no quiero olerlo errar no y luego se des-
-bocan los caballos
galopan sobre las crestas, no se cómo se pierden en la orilla tan bonitos que nadie se da cuenta.