jueves, 3 de abril de 2014

22:46


Solo un poema (si es que algo de todo esto tiene algún ritmo) en los cuatro meses que lleva el año.
- Este que parece que no se va a terminar nunca-
Y es que murió mi padre, el único que he tenido.
- Estoy emputada-
Pero eso no hace pasar el tiempo ni hacia adelante ni para atrás.
Pienso en los "ojos oceánicos" del poema de Pablo y me pregunto,
si en ojos así uno va a dejarse los despojos de hija para recibir el consuelo de unas redes.
- Mírame qué solo estoy, ahora que no soy sino ceniza-
Nada se puede decir ante tanta naturalidad, ante toda esa vida que es la muerte.
No hay consuelo, ni literatura en las cajas en las que nos acaban metiendo.
-¿En qué se parecen una urna y una bolsa de aspiradora?-
Todas esas veces que aspiraste tus muebles, todas las escamas de piel muerta que fuiste dejando...
hay mucho más de ti ahí que en la caja que pusimos junto a la de tus padres y tu hermano.
Pero acabarás en el mar, Papá; como tú querías.
Iremos en el barco con tus nietos y un trovador.
Te cantaremos Peregrina y aquella de Paul Anka.
Como si al recuerdo le crecieran orejas,
hablaremos de ti como si escucharas nuestra nostalgia
Y en caso de sentir algo
-En caso de sentir algo-
Tal vez logremos llorar.

Waiting for the night




1 comentario:

Unknown dijo...

Gracias , por fin logré llorar algo más que una gotera