jueves, 22 de marzo de 2007

La imperfección de tener hijos. (cap. II)

Pasa lenta la tarde, arrastra sus minutos y los estira, me ata con ellos del otro lado de la puerta de la casa. No puedo salir. Mi hija está enferma, tiene un violentísimo bicho atacante de la garganta y los oídos. Y yo, de vacaciones.
Mientras cavilo y me pierdo en recuerdos que me esfuerzo en encontrar entretenidos una vocecita imperiosa y resuelta grita:
- Mamaaaa!!
Yo: Quéee!!
Ella: Veeenn!
Yo me paro y voy hacia la recámara de la cual han salido sonidos de programa infantil desde hace 3 días:
Yo: ¿Qué pasó corazón?
Ella: Cierra la ventana por que se están metiendo moscos que no se ven..
Me quedo perpleja pero cierro la ventana.
Al rato
Ella: Mamáaaaaaa!
Yo: Euuu!
Ella: Veeennn!
Voy
Ella: quiero un guyur de tomar
Yo:ok, orita te lo traigo.
Voy a la cocina y saco el yogurt del refri
Ella: pero yo lo quiero abriiir!
Regreso a la recámara, agito el yogurt y en un gesto automático le quito el plastiquito de la tapa.
Ella: Noooooooooooo!! yo lo quería abriiiir!!
Yo:...
Ella empieza a llorar y luego a gritar: Yo l oquería abriiiir, yo lo quería abriiiir!
Me quedo viéndola por unos segundos y salgo de la habitación esperando que de esa forma ella se tranquilice.
Me siento en la barra de la cocina y enciendo un cigarro, ella sigue llorando, llora, gruñe patalea. Está realmente furiosa.
Apago el cigarro y me asomo a la recámara. La niña pega con los puños cerrados sobre la cama y pega alaridos de impotencia y desesperación. Entro.
Yo: ya miamor, no pasa nada...se me olvidó que lo querías abrir...¿me perdonas?
Ella: (llanto entrecortado) no sé..
Yo: Estás muy enojada?
Ella asiente sin mirarme.
Yo: bueno, cuando quieras verme me dices ok?
Ella: si
Salgo
Ella sigue llorando durante 15 minutos más, yo no entiendo bien lo que está pasando. Mi entrenamiento humanista me dicta esperar a que ella exprese su necesidad, yo no puedo cortar su descarga de coraje, pero tampoco me puedo responsabilizar por su enojo.
Al cabo de un rato regreso y le prometo dejarla comer palomitas, ir a la tienda y buscarle otro..

En este momento ella come palomitas encantada de la vida y yo escribo estas líneas.

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