...el principio...

…
Mi caderas se sienten huecas, ya ha quedado claro que fuera no está el líquido que las colme.
Baten negras las alas, vuelo sobre su cuello…
Las córneas perdidas hasta donde puedo ver que ya no veo
hasta entonces, Toribio querido.

Xoc sacó la punta de su lengua y la deslizó sobre el borde del sobre. Su saliva bajó como caracol por el esófago dejando estrellas amargas.
Se levantó lentamente de la silla y las raíces le hicieron cosquillas en la planta de los pies. Exhaló para tener los pulmones vacíos y poder llenarlos con el olor de las flores de la terraza.
Todo había terminado.