viernes, 4 de julio de 2008

Junta



Toribio Batalla carga una mesa sobre su espalda; lleva 3 meses cargando muebles. Nadie sabe si en este ir y venir ya ha contado los pasos que nos separan.
Siento que me acerco… se va y siento que me acerco… se va y siento que me acerco …
Nos colgamos los extremos de la mesa y empezamos a caminar la distancia entre su cama y la mía.
Me pregunto si repara en el sonido de los zapatos, los escalones…si en otro momento recordará este lapso preciso, cuando debajo del cierre de los pantalones estoy desnuda… asida del borde. Levanto la vista y veo volar al cuervo. Esta noche no cena Pancho, mañana tal vez.
Pancho es un buen nombre para un demonio personal.
Toribio es un buen nombre de ángel que ama como toro.
Mientras tanto, mi hígado está a salvo

…carga una mesa sobre su espalda, sus alas se desbordan por las orillas…las abre grandes cuando se deshace de su carga… se extienden justo frente a mis ojos… no son blancas, son de un color sin nombre…producen un viento suave que barre mis pupilas.

Quiero salir corriendo y mientras corro, quiero salir volando.
En vez de volar escribo y espero que el cuervo olvide el camino de regreso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

le respondo en su blog la pregunta que hizo en elmio..jeje.. haga lo que quiera con mi link... yo voy a hacer lo mismocon el suyo...

salud

Pedro M. Martínez dijo...

Las lágrimas están desfigurando todita la belleza de tu cara
Domina tu aflicción dulce Xiomara,
Domínate y no sigas más llorando,
Aunque sé que llevas profundo penar,
Que te martiriza noche y día.
Como en esos tiempos en que tú eras mía,
Quiero que tus ojos vuelvan a brillar.
(Irakere)


Tu nombre me recordó esta canción.
Tu post me encandiló.
Feliz mudanza.