jueves, 29 de abril de 2010

23


Vino la perra Ausencia,
quiso que la amansara.
Empecé dejando que olfateara la punta de mis yemas.
Intentó brillarme los colmillos.
No la dejé, cerré su hocico con un beso.
Derrumbó los huecos sobre las baldosas.
Corrí mis palmas sobre su cráneo,
se escaparon hasta el abismo de su nuca…
Un ave negra se posó sobre su cruz.
Vi desgarrarse la sangre,
separarse los hilos casi transparentes.
…venas como tifones azules,
cuentagotas de sangre fría...

Descanse en paz, perra.

http://www.youtube.com/watch?v=TI8F6DbB2cE

1 comentario:

Kartak dijo...

guau